Por qué, cómo y cuándo educar en sexualidad a los niños

Por Silvia Fernández

¿Por qué debe hablarle a los niños sobre sexualidad?

Los niños y adolescentes, son por naturales curiosos, finalmente obtendrán las respuestas  a sus preguntas. El problema es de quién, de qué forma y cómo. ¿Será la información correcta para evitar daños y/o desinformarlos aún más?

Es valioso y fundamental que otorguen información a sus hijos, hablándoles abierta,  concretamente y en forma honesta acerca de temas que son importantes en su vida. Si usted evita hablar de temas emocionalmente delicados ellos aprenderán a guardarse sus preocupaciones, si usted ignora temas como el aborto, la masturbación, la pornografía, el SIDA, el sexo en general, sus hijos conseguirán información de alguien más, tal vez sus amigos, quienes estarán en iguales o peores condiciones que ellos, o de la TV, la cual hoy por hoy sabemos que más que informar distorsiona la realidad.

¿Cuándo debe hablarle a los niños sobre sexualidad?

Entre los 3 y 12 años de edad son los años formativos, cuando los niños están desarrollando los cimientos de sus creencias, valores y actitudes básicas. También es el período en que los niños son más abiertos y están más interesados en recibir la guía de los adultos, (padres).

Es ideal iniciar las conversaciones sobre temas importantes mientras los niños son pequeños. Esto crea un ambiente de confianza y honestidad que es muy difícil establecer en la adolescencia. Para entonces ya habrán encontrado otras fuentes de respuesta a sus preguntas.

¿Cómo hablarle a los niños?

Principios básicos para hablar con niños y adolescentes:

Sepa de qué está hablando: antes de ofrecer un consejo sobre determinado tema debe informarse sobre los mismos.

Sea confiable: evite exagerar la verdad para causar impresión o deformar la verdad para evitarle incomodidad a su hijo o a usted mismo.

Sea breve y claro: no ande con rodeos vaya directamente al grano, mantendrá el interés de su hijo. Utilice lenguaje sencillo adecuado al desarrollo de su hijo.

Respete la opinión de los niños y adolescentes: pregúnteles a sus hijos qué piensan de los problemas en vez de decirles que deben hacer u opinar.

No se enoje: el niño percibirá que estos temas lo ponen de mal humor y cada vez sentirá menos confianza en usted evitando evacuar sus preguntas.

Examine sus propias actitudes: piense en sus propios sentimientos sobre los temas sexuales.

Muestre una actitud amorosa: una actitud amorosa hacia los niños contribuye a que entiendan mejor y puedan enfrentarse a temas que les provocan confusión o temor.

Para tener en cuenta:

àMientras más pequeños sean es mejor para comenzar a hablar.

à Lo que los niños ignoran puede dañarlos.

àSi uno no contesta el niño buscará otro lugar.

àEsforzarse para ser  adultos "preguntables".

àDemostrarles confianza en nosotros y ellos mismos; que sientan que no los juzgaremos, no nos burlaremos, ni castigaremos.

àMostrarnos gustosos de que nos pregunten.

àNo seamos dramáticos.

àSi evitamos los temas, ellos se acostumbrarán a guardarse sus preocupaciones.